Morir de hambre

Holodomor: la hambruna ucraniana


¿Cuántas veces has escuchado hablar del Holodomor? ¿Qué sabes sobre este hecho histórico? 

En mi caso, escuché por primera vez está extraña palabra mientras veía la miniserie de HBO, "Chernobyl". En uno de los capítulos, una mujer se niega a dejar su hogar cuando los soldados soviéticos se lo piden, alegando que ya había sobrevivido al Holodomor y a la guerra, y que no se iría por un enemigo invisible (hablaba de la radiación). 

Interesada, hago la búsqueda: ¿a qué se refería la mujer con Holodomor? Fue entonces cuando supe de qué se trataba: la hambruna ucraniana.

Poco se habla de este genocidio perpetrado bajo las órdenes del régimen comunista, con Stalin a la cabeza; y es por eso que hago esta entrada, porque considero que es importante conocer este horrible episodio en la historia que se cobró millones de vidas humanas, y que dejó una huella muy profunda en las generaciones venideras. 

¿Qué fue y cuándo sucedió el Holodomor?

Cuando entendemos que "Holodomor" es una palabra ucraniana que significa "muerte por hambre", y que se utiliza para designar al genocidio de millones de campesinos ucranianos, un frío nos corre por la espalda. Si es crudo leerlo, imagínense vivirlo... 

Aunque cueste creerlo (o no tanto), entre los años 1932 y 1933, los campesinos ucranianos fueron despojados de sus alimentos y obligados a morir de hambre. 

Ocurrió en el período stalinista. El gobierno buscaba un cambio en la estructura política y económica de la URSS, puesto que, para llevar a cabo su revolución, necesitaban una industrialización veloz del país "(...) ya que conquistar el mundo sobre carros empujados por caballos y cargados de ametralladoras parecía prácticamente imposible" (extraído del documental "Holodomor: naturaleza del genocidio").

Y para conseguir tales propósitos, recurrieron a los campesinos. En aquel entonces, Ucrania era considerada el granero de Europa, por lo que parecía buena idea expropiar las cosechas y venderlas.  

Pero los ucranianos se negaron, ellos simplemente se "(...) rehusaron a abrazar ese idealismo comunista" (extraído del documental "Holodomor: naturaleza del genocidio"). Por lo que, pronto, el gobierno no sólo buscó la industrialización, sino que también pretendió controlar a los ucranianos rebeldes, sobre todo a los "kulaks", hombres y mujeres que siempre habían resistido los controles rusos.

 Kulaks

Para Stalin y el partido, los ucranianos gozaban de demasiada libertad, había que evitar cualquier tipo de protesta, aunque fuese la más pequeña. Temían una revuelta... "Quebrantar a Ucrania tenía para Stalin múltiples significados: acrecentaba su poder y servía para demostrar que con el resto de las repúblicas integradas se podía hacer cualquier cosa..." (Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2011: 9).

Así fue como, para llevar a cabo este siniestro plan, el gobierno stalinista impuso la "colectivización forzada": el Estado soviético expropió las tierras de los campesinos, sus maquinarias, sus animales, sus cosechas y todo aquello que pudiera ser requisado. También cerró las salidas, ya nadie podía viajar en tren o en barco, ni abandonar los campos: 

(...) al comienzo fue la confiscación de toda la producción agrícola, luego la más absoluta aislación de los puntos poblados con el objetivo de evitar la migración de la gente en búsqueda de alimentos (Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2011: 25). 

Requisa de alimentos

Y como si fuera poco, se comenzó a penalizar a todo aquel que intentara ocultar o robar trigo o cualquier alimento para comer. Por supuesto, aquellos que se rebelaban, sufrían horribles torturas e incluso la muerte.

Stalin promulgo la 'Ley de las Cinco Espigas' que establecía la pena de muerte o diez años de cárcel para quien malversara la propiedad (...) Esta ley justificó arrestos masivos y ejecuciones, inclusive de niños encontrados recolectado un puñado de espigas de trigo en los campos (Fraga, 2013: 6). 

 

Requisa de alimentos

Los ucranianos estaban desamparados, habían sido abandonados a su suerte... 

Ante semejante panorama, la muerte, los crímenes y las enfermedades no tardaron en llegar. Se produjeron "infanticidos a causa del hambre y casos de canibalismo...". Sobre esto último, "Se sabe de la existencia de un mercado negro de carne humana y de enfermedades producidas por ese consumo (...) Aparecieron  casos de tifus, la fiebre tifoidea, disentería, alucinaciones y problemas gástricos..." (Fraga, 2013: 7). 

Información extraída de la maquetación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sobre el Holomodor


Primer Holodomor en los años 20: "Cuando en 1921 llegó un mensajero en representación de aquellos hambrientos y le pidió ayuda a Liev Trotsky, él dijo: '¿Tienen hambre? Eso todavía no es hambre. Cuando el Emperador Romano Titus conquisto Jerusalém, las madres de la ciudad saqueada se comieron a sus niños, cuando sus madres comiencen a comerse a sus niños, recién entonces podrás venir a decirme que se están muriendo de hambre' (extraído del documental "Holodomor: naturaleza del genocidio").

Sobrevientes

En el documental "Holodomor: naturaleza del genocidio", un grupo de sobrevivientes cuenta cómo fue vivir aquel infierno. Y lo que hace de estos relatos historias aún más tristes y difíciles de escuchar, es el hecho de que estos sobrevivientes eran tan sólo unos niños cuando el Holodomor sucedió. 

De todos los testimonios, rescato el de Hanna Kalashnykova, quien entonces sólo tenía siete años de edad. Recomiendo escuchar, no obstante, algunos otros testimonios, a fin de comprender más profundamente lo que significó este período en la historia. 

Hanna cuenta lo siguiente:

Fuimos a la casa de nuestra amiga Ulyanka, que vivía cerca. Llevamos algunos trapos para hacer muñecas. Mi abuelita solía hacer muñecas de trapo para la gente del pueblo. Dijimos: 'Ulya, ¿por qué no sales a hacer muñecas de trapo con nosotras?' Ella contestó: 'No puedo, tengo que cuidar a mi mamá'. Y dijimos: 'Pero está muerta, no abre sus ojos'. No obstante, nos pidió que nos sentáramos cerca, así que eso hicimos. Ya no deseábamos jugar con muñecas. 

Entonces ella me preguntó: '¿Me trajeron algo de comer?' Sí teníamos algo para ella: un poco de tarta de aceite de girasol y una cebolla. Nos pidió sal, pero no teníamos. 

'¿Y quién está tirado ahí?', preguntamos. 'Mi papá, aún puede abrir sus ojos pues aún está con vida'. Volvimos a casa y le contamos a nuestra madre acerca de eso. Ella lloró, pero no había nada que pudiéramos hacer. 

Al día siguiente fuimos otra vez y Ulya dijo: 'Papi ya no puede abrir sus ojos'. ¡Yo estaba tan asustada! Volví a casa y le conté a mis padres. Entonces miré por la ventana y vi un carro de buey, con cuerpos. Cuerpos sin vida apilados en él, con los brazos y piernas pegadas a los costados, y mechones de pelo que salían por fuera del carro. ¡Daba tanto miedo! (extraído del documental "Holodomor: naturaleza del genocidio"). 

Como el de Hanna, existen muchos otros relatos difíciles de digerir. Lo que nos cuenta parece sacado de una película de terror, pero, sin embargo, realmente sucedió... La gente se moría, las calles y los campos estaban repletos de cuerpos que se apilaban. Muy pronto, fueron demasiados para ser enterrados en los cementerios, y debieron cavarse fosas comunes. Los cuerpos se arrojaban allí como si se tratase del cuerpo de un animal.

La gente debía ingeniárselas para conseguir comida. Levko Lukyanenko, por ejemplo, cuenta cómo su padre ocultó papas en un hoyo, en la tierra, para que cuando los soldados soviéticos requisaron su casa, no las encontraran. Y aunque estuvieran podridas al momento de comerlas, el almidón que aún conservaban les sirvió para aguantar unos días más.

Myhaylo Liubyvy, por su parte, cuenta que con sus hermanos comieron las semillas que encontraron en el escremento de uno de los caballos que los rusos habían dejado en la entrada de su casa cuando fueron a expropiar sus bienes.

Y uno de los testimonios más impactantes, en mi opinión, resulta el de Maria Khutorianska, quien nos cuenta la historia de una madre que cometió canibalismo con sus propios hijos. 

Relatos imposibles de imaginar...

Dejaré a continuación el enlace a una página que, además de ofrecer detalles sobre el Holodomor, reúne el testimonio de varios sobrevienes: http://www.holodomorsurvivors.ca/Survivors.html


El silencio y el ocultamiento

Stalin (1879-1953)

Existen investigadores que afirman que el Holodomor realmente existió y que el Régimen Comunista fue el culpable; y existen también los que lo niegan o aseguran que sí sucedió pero que Stalin no lo provocó intencionalmente. De hecho, algunos se lo atribuyen a cuestiones climáticas más que políticas, explicando así que las sequías y las plagas provocaron que hubiera una mala cosecha aquellos años.  

Pero, ¿qué decía el régimen? Nada, naturalmente. 

El gobierno se encargó de  ocultar cualquier tipo de prueba que pudiera poner en evidencia las atrocidades cometidas, y silenció a todo aquel que se atreviera a hablar.

El gobierno soviético delictivamente guardó silencio sobre el hecho del hambre. No se emitió ninguna mención oficial sobre la horrible tragedia. Oficialmente el hambre no existió (Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2011: 31).

Con respecto a las enfermedades, por ejemplo, el gobierno soviético prohibió a los médicos hablar sobre ellas e incluso tratarlas. En el documental ya citado, se nos muestra un libro de la oficina de registros de nacimientos y muertes entre los años 1932-1933. En este libro, la palabra "nacimientos" se encuentra a penas visible, incluso tachada, y aparece repetida, una y otra vez, la causa principal de muerte: "muerto por hambre", "desnutrición". Quedan pocos de estos registros pues muchos de ellos fueron destruidos. 

La estrategia fue negar la hambruna y argumentar que los problemas del campo ucranianos eran resultado de las huelgas y sabotajes realizados por los mismos campesinos con el fin de dejar a los obreros y al ejército rojo sin pan (Fraga, 2013: 9).

Además de la falsificación o destrucción de documentos y del silencio impuesto a todo aquel que quisiera hablar sobre el tema, también se abandonó a los moribundos en zonas alejas para que no se supiera de ellos. 

¿Y sobre el número de muertos? Sobre esto también existen dudas ya que los registros fueron eliminados o resultan confusos, por lo que podemos encontrar varias opiniones sobre la cantidad real de personas fallecidas. "No podrías encontrar evidencia anti-ucraniana o intentos de Holomodor (...) Cualquier evidencia directa, si es que existió alguna, fue destruida; y sino, sigue muy bien escondida... en algún lado" (extraído del documental "Holodomor: naturaleza del genocidio"). Lo cierto es que las muertes rondan los millones...


Lo dicho hasta aquí me lleva a reflexionar sobre el mensaje que busca dejar la miniserie "Chernobyl", de HBO. Si bien era otro el contexto y la radiación nada tiene que ver con el hambre, seguimos hablando de un régimen socialista que utilizaba la violencia para silenciar a quienes se opusieran a los mandatos o se atrevieran a pensar distinto. Seguimos hablando del mismo régimen que años antes a la explosión de la planta nuclear, utilizó el hambre como herramienta para la destrucción del pueblo ucraniano. ¿Existe peor tortura que morir de hambre?

El mensaje de la miniserie habla sobre las mentiras y es muy interesante: 

Pero siempre está ahí [la verdad], la veamos o no, elijamos verla o no. A la verdad le da igual lo que queramos. Le da igual nuestro gobierno, nuestra ideología, nuestra religión. Esperará eternamente (...) Antes temía el precio de la verdad, ahora solo pregunto: ¿cuál es el costo de las mentiras? (extraído de la miniserie "Chernobyl")

Cuando las atrocidades cometidas son semejantes a las del Holodomor, se hace necesario que la verdad triunfe sobre la mentira. Aquello que por años se intentó negar y ocultar, debe salir a la superficie, aunque incomode o sea difícil de ver y escuchar. Debe hacerlo por los sobrevivientes, las nuevas generaciones, la humanidad toda...

Holomodor: esto somos, de esto somos capaces...


Bibliografía:

Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (2011): Holodomor. Genocidio del pueblo ucraniano 1932-1933 [on line] [Disponible en internet: https://baxcolectividades.buenosaires.gob.ar/descargas/Holodomor.pdf]

Fraga,  Cecilia (2013): Ucrania entre 1932 y 1933. Holodomor, una hambruna en discusión [on line] [Disponible en internet: http://cdsa.aacademica.org/000-010/182.pdf]

Otras fuentes:

HBO (productora); Mazin, Craig y Johan Renck (directores) (2019): Chernobyl; Estados Unidos [Miniserie de TV] 

Holodomor: naturaleza del genocidio [video documental] [Disponible en internet: https://www.youtube.com/watch?v=a26nNnyPQ4U&t=2265s]

 

 

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